Pues así es, esa celebración que muchos (tanto creyentes como ateos) consideran como una expresión netamente cristiana, no es ni ha sido aceptada como tal por todos los cristianos. De hecho hubo un tiempo en que una ferviente comunidad cristiana, prohibió su celebración en las tierras que más tarde se convertirían en Estados Unidos. Se trata de los puritanos, un grupo protestante originado en Inglaterra a fines del siglo XVI, que buscaba reformar la Iglesia de Inglaterra para eliminar cualquier rastro de prácticas católicas que consideraban corruptas o no bíblicas. Su enfoque estaba en la pureza espiritual, una vida austera y un estricto apego a las Escrituras.
Los puritanos decidieron emigrar al Nuevo Mundo durante el siglo XVII, para buscar libertad para practicar su religión sin interferencia estatal. Así, en 1620, un grupo conocido como los Pilgrims (Peregrinos), que compartía principios puritanos, llegó en el barco Mayflower (Flor de mayo) y fundó la colonia de Plymouth, el municipio más antiguo de Nueva Inglaterra y uno de los más antiguos de Estados Unidos. Ya en la década de 1630, otros grupos puritanos llegaron en mayor número durante la "Gran Migración Puritana", estableciendo la Colonia de la Bahía de Massachusetts. Estos devotos, obsesionados con la "pureza espiritual", gobernaron la Colonia de la Bahía de Massachusetts en el siglo XVII, y entre 1659 y 1681 prohibieron la Navidad con una ley que castigaba su celebración con una multa de 5 chelines (que equivaldrían aproximadamente a unos 75 dólares estadounidenses actuales, que aunque no parece una suma desmesurada hoy, en ese entonces representaba una penalización significativa).
¿Pero por qué lo hicieron? Porque ellos sabían algo que muchos otros cristianos ignoran o prefieren ignorar: la Navidad no tiene ningún origen cristiano. Los puritanos la rechazaban porque sabían que no tenía ningún sustento bíblico, ya que la Biblia no menciona una fecha específica para el nacimiento de Jesús, ni mucho menos sugiere que se celebre como un evento anual. ¿De dónde viene entonces esa festividad del 25 de diciembre? Pues, aunque la respuesta no le guste a la mayoría de los cristianos, se adoptó de celebraciones paganas:
- Las Saturnales romanas, una fiesta en honor a Saturno, el dios de la agricultura, caracterizada por el intercambio de regalos, banquetes y excesos.
- El Sol Invictus, una festividad romana en honor al sol, celebrada el 25 de diciembre.
- Tradiciones germánicas y celtas, que marcaban el solsticio de invierno en el hemisferio norte, con rituales de luz, fuego y renovación.
Al principio la Iglesia cristiana oficial, que era la católica romana, adoptó estas fechas y prácticas para facilitar la conversión de los pueblos paganos. Sin embargo los puritanos, en su afán de purificar el cristianismo, consideraban esto una herejía, una corrupción que debía ser erradicada. Para ellos, la Navidad no era más que una excusa para el desenfreno; un evento más pagano que santo.
Pero los puritanos no son los únicos cristianos que han rechazado esta festividad por considerarla ajena a las Escrituras. Otros grupos también han cuestionado su legitimidad:
- Los Adventistas del Séptimo Día: Aunque no prohíben explícitamente la Navidad, muchos prefieren no celebrarla o lo hacen con un enfoque sobrio, reconociendo que el 25 de diciembre no es la verdadera fecha del nacimiento de Jesús, y que sus raíces están en tradiciones no cristianas.
- Los Testigos de Jehová: Este grupo rechaza completamente la Navidad por su origen pagano y porque no tiene ninguna base bíblica. Además, consideran que glorifica al hombre (Jesús como bebé) en lugar de a “Dios”.
- La Iglesia de Dios (7° Día) y sus ramificaciones: Estos grupos suelen rechazar la Navidad por las mismas razones: su origen en prácticas paganas y la ausencia de un mandato bíblico.
- Los cuáqueros, también conocidos como ‘Sociedad Religiosa de los Amigos’, un grupo cristiano que surgió en la Inglaterra en el siglo XVII, históricamente evitaron celebraciones como la Navidad porque consideraban que todas las fechas debían ser igualmente sagradas.
- Algunas Iglesias Bautistas Primitivas: Ciertos grupos bautistas de corte fundamentalista también han cuestionado la Navidad, asociándola con influencias católicas y prácticas idolátricas.
Pero el caso de los puritanos resulta particularmente irónico. Tan cristiano como se puede ser, este grupo fue el único que prohibió la Navidad en lo que hoy es Estados Unidos, lo cual demuestra que incluso dentro del cristianismo existen divisiones profundas sobre qué prácticas son realmente cristianas y cuáles no.
Sin embargo los puritanos entendieron algo fundamental: la Navidad no es más que un sincretismo entre tradiciones paganas y la narrativa cristiana. Por lo que su prohibición de la Navidad debería hacer reflexionar a los creyentes modernos que defienden esta festividad como "cristiana". Si los puritanos, con toda su devoción y fanatismo, podían reconocer el carácter pagano de la Navidad, ¿por qué no lo hacen los otros cristianos?
En realidad, todos los cristianos (y muchos ateos) deberían comprender que la Navidad es una fiesta construida, no un ‘mandato divino’, y que la mayoría la celebra no como un ritual o festival religioso, sino como una fiesta tradicional, tan laica que ha incorporado cada vez más elementos que nada tienen que ver con la religión: Frosty, Rodolfo el reno, el Grinch, fuegos artificiales, platillos y bebidas especiales de la temporada, música navideña de diferentes géneros…
En fin, la Navidad es más bien un recordatorio de cómo las religiones adoptan y adaptan elementos culturales para su conveniencia, maquillando raíces paganas como si fueran parte de una tradición sagrada. Para los puritanos y otros cristianos críticos, la Navidad no es más que una impostura que traiciona los principios bíblicos. Y quizás sea la hora de que hasta los más fervientes creyentes admitan lo que los puritanos en el siglo XVII sabían muy bien: la Navidad no es cristiana, sino un ejemplo perfecto de la capacidad de las religiones para asimilar lo ajeno y venderlo como propio.
Así que, compañero ateo, cuando alguien te reclame porque supuestamente estás celebrando el nacimiento del dios cristiano, dile que mejor investigue un poco cómo se originó esta celebración, ya que no tiene nada de cristiana, y que al final a ti lo único que te interesa es pasarla bien y disfrutar con tus seres queridos en una ocasión en que todos a tu alrededor están de acuerdo en hacerlo.
Créditos: Redes sociales
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