domingo, 26 de enero de 2025

MITOLOGIAS: El idioma de Dios

¿Qué idioma habló "Dios" al crear el mundo y comunicarse con los primeros humanos?


Según la narrativa bíblica los humanos no sólo fueron creados mágicamente en un instante con sus actuales características biológicas por un "Dios" todopoderoso, sino que además llegaron al mundo equipados con un idioma plenamente desarrollado; el mismo que, por lo visto, hablaba desde antes esa divinidad, y con el que habría creado el universo simplemente dando órdenes. Pero ¿qué idioma era ese? Y más importante aún, ¿cómo es posible que esta creencia haya sobrevivido a la luz de nuestro conocimiento actual?

Según el relato del Génesis, habló “Dios” por primera vez a los recién creados humanos para ordenarles que se reprodujeran y poblaran la tierra, que tuvieran autoridad sobre ella, así como sobre todos los animales, y también para indicarles que podían comer de toda planta o árbol que da fruto y semilla, y toda planta verde; además de toda bestia de la tierra, ave del cielo, y “todo lo que se arrastra” (Génesis 1:28-30). Pero en la segunda ocasión que habló “Dios” con ellos no fue para expresarles su amor y darles la bienvenida al nuevo mundo, sino para hacerles una advertencia fatal: “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 2:16-17). Y supuestamente les indicó cuál era ese misterioso árbol del que se supone había un solo espécimen. Imaginen, después de haberles dicho que podían comer de todo.

¿Se imaginan ustedes a dos criaturas que recién comenzaban a existir y todavía no tenían ningún tipo de experiencia ni conocimiento, ni entendían nada de lo que ocurría a su alrededor, tratando de comprender de qué les habla “Dios”?… ¿Fructificar?, ¿multiplicarse?, ¿cómo será eso?... ¿Plantas?, ¿semillas?, ¿tierra?, ¿árbol?, ¿peces?, ¿bestias?, ¿aves?, ¿qué es todo eso?... ¿Comer?, ¿ciencia?, ¿bien?, ¿mal?, ¿morir?… Pretender que nacieron con una comprensión innata de un idioma es totalmente incompatible con la forma en que en realidad adquirimos el lenguaje los seres humanos, pues hoy sabemos que nuestro desarrollo lingüístico es producto de la experiencia, la socialización y el aprendizaje gradual, no de la descarga divina e instantánea de una aplicación en nuestro cerebro.

¿Pero cuál era ese idioma que hablaba “Dios”? – Bueno, aunque la Biblia no lo dice, podemos deducir que fue el hebreo, la lengua que hablaría Moisés, a quien se atribuye la autoría del libro del Génesis (aunque en realidad fueron varios autores). En ese idioma tendría que haberse comunicado Moisés con su dios Yahvé-Jehová, cuando éste le ordenó que escribiera sus palabras (Éxodo 34:27).

Después de todo, la Biblia compila la mitología que corresponde a la tradición judaica, y «Según la tradición judía, el hebreo habría sido la lengua escogida por Dios para transmitir su mensaje a la humanidad» [1]. Sí, el hebreo, «la lengua antigua que el pueblo de Israel hablaba y escribía ya a comienzos del primer milenio a. de C.», y que es «la lengua del Antiguo Testamento y de otros textos del pueblo judío.» [2]

Lo cierto es que la Biblia comienza con un relato de la creación del universo, en el cual “Dios” hace surgir de la nada cada cosa con sólo el poder mágico de sus palabras (Génesis 1:3-27), pronunciadas en un lenguaje que tendríamos que pensar que existía mucho antes que el ser humano. Y tratándose del dios hebreo, ese lenguaje no podría ser otro que el hebreo (aunque como no había nadie más presente en ese acto creador, nadie escuchó sus palabras, y es un misterio saber cómo aparecieron escritas mucho tiempo después, en hebreo, en un libro sagrado).

Así que el hebreo sería el idioma en que “Dios” hablaba consigo mismo (pues no había nadie más) antes de la creación (¿desde un tiempo eterno?), y ese sería además el mismo idioma con que “Dios” se comunicó con los primeros seres humanos que creó. Obviamente, éste sería un dios equipado con todo lo necesario para hablar: pulmones, tráquea, faringe, laringe, cuerdas vocales, dientes, lengua, labios, y sistema nervioso. Aparte por supuesto, de un sistema auditivo, aunque sea para escucharse a sí mismo. (No importa que todavía no hubiera creado el aire, en el que se transmite el sonido. Ese es sólo un detalle.)

Sin embargo, nuestros lingüistas y antropólogos saben ahora que el idioma hebreo dista mucho de ser el idioma original de nuestro planeta, habiendo tenido su origen «en Mesopotamia, la región en la que se encuentran hoy en día Irán e Irak, donde vivían los sumerios…» [3] Y si "Dios" utilizó el hebreo para crear el universo y comunicarse con los primeros humanos, ¿por qué esta lengua tiene un origen histórico definido en una región y un tiempo específicos de la Tierra?

Lo que pasó fue que, ya establecido el pueblo de Israel en la región conocida como Canaán, desarrolló también su alfabeto y escritura, y mantuvo el uso del lenguaje hebreo por al menos cuatro siglos, hasta que comenzaron sus crisis políticas, invasiones y deportaciones. Aunque «hubo quienes mantuvieron la llama del hebreo bíblico en Israel.» [3]

Sin embargo, muchos que estuvieron exiliados en Babilonia y «regresaron a Israel trajeron el idioma arameo, que era también un descendiente de la antigua escritura cuneiforme fenicia y funcionaba como la lengua oficial del imperio asirio y babilonio. Gracias a la fuerte influencia de los asirios, el arameo se convirtió en la lengua franca de Oriente Medio: una lengua internacional que los diferentes pueblos utilizaban para hablar unos con otros...» [3], llegando a ser así la lengua materna que habrían hablado Jesús y sus discípulos.

Contrario a lo que dicen las narraciones bíblicas, hoy los especialistas en estos temas (lingüistas, antropólogos, psicólogos, geógrafos y genetistas), coinciden en admitir que el desarrollo del lenguaje en el ser humano tuvo que estar íntimamente vinculado a su desarrollo biológico como especie. Para llegar a hablar un lenguaje, cualquiera que fuera, fue necesario que lográramos un control muscular de nuestro diafragma con todos los nervios que ahora tenemos y que no tienen los simios, así como que tuviéramos capacidad para seguir la dirección de la mirada y dirigir la atención de otra persona a un objeto específico; pero además, que tuviéramos capacidad de aprender jerárquicamente información presentada secuencialmente, y capacidad para memorizar secuencias de sonidos [4].

Nadie puede saber a estas alturas cuándo, cómo y dónde se originó el primer lenguaje. Ni siquiera se sabe si todos los idiomas descienden de un antepasado común. «Una hipótesis es que el lenguaje se desarrolló gradualmente como una especialización innata para codificar información cada vez más compleja (por ejemplo, quién hizo qué a quién, cuándo, dónde y por qué)…» [4]

Aparte de esto, se coincide bastante en que el lenguaje humano se originó primero mediante gestos manuales, que después se combinaron con sonidos vocales rudimentarios, mucho antes de convertirse en sistemas complejos como los que conocemos hoy [4].

Pero definitivamente, así como nunca apareció el ser humano sobre la faz de la Tierra instantáneamente tal como es hoy, sino que fue el resultado de un larguísimo proceso evolutivo biológico, tampoco el primer lenguaje surgió instantáneamente, sino que fue el resultado de un largo proceso que todavía es objeto de estudio.

Por consiguiente, “Dios” hablando para crear el mundo y su supuesta conversación con Adán y Eva en un idioma perfectamente estructurado, no es más que un cuento mítico, una ficción. Como muchos otros en la Biblia, un relato que refleja las limitaciones y creencias de una cultura antigua, incapaz de concebir los avances científicos que vendrían a desmontar sus premisas fundamentales.

Y en cuanto a la idea de que "Dios" habló hebreo, no es más que una proyección retroactiva de los escritores bíblicos, quienes, como creadores del mito, intentaron dar legitimidad a su lengua y cultura. Pero para quienes hoy entendemos el origen evolutivo del lenguaje, esta narrativa no es más que un anacronismo desprovisto de cualquier fundamento real.






El poder para el uso de la razón es tuyo!

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